Recrean la Travesía Sagrada Maya en la Riviera Maya y fortalecen el vínculo con las raíces ancestrales

Con el objetivo de preservar el patrimonio cultural maya, más de 300 canoeros participaron este fin de semana en la Travesía Sagrada Maya, un evento que revive una antigua práctica de navegación entre el puerto de Polé (actual Xcaret) y la isla de Cuzamil (hoy Cozumel), en la Riviera Maya de México.
La travesía se realiza en dos jornadas de más de 10 horas cada una, y tiene como propósito rendir homenaje a Ixchel, diosa de la fertilidad y la luna, figura central en la cosmovisión maya. El recorrido de casi 60 kilómetros busca recrear fielmente las rutas comerciales y rituales que los antiguos mayas llevaban a cabo para realizar ofrendas y ceremonias sagradas.
De acuerdo con Salomón Bazbaz Lapidus, especialista en patrimonio cultural inmaterial y miembro de la Red Mundial de Facilitadores de la UNESCO, esta representación es el resultado de años de investigación arqueológica y documental, incluyendo códices mayas, murales y crónicas coloniales como La Relación de las Cosas de Yucatán de Fray Diego de Landa.
“Durante mucho tiempo se dudó de que los mayas fueran navegantes, pero hoy sabemos que eran expertos en el mar y comerciaban entre diversos puertos de la región, desde Cozumel hasta Progreso”, explicó Bazbaz.
El evento cuenta con el respaldo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y con una rigurosa atención a los detalles históricos. Desde la vestimenta tradicional, las danzas ceremoniales, los instrumentos musicales y la pintura corporal, hasta el diseño de las embarcaciones, todo ha sido cuidadosamente recreado.
Carlos Serrano, director de Patrimonio Cultural de Grupo Xcaret, destacó que aunque las canoas actuales no son de madera para proteger el medio ambiente, están diseñadas para simular fielmente las originales.
Participantes como Daniel Cruz, de 62 años, y María del Carmen Pérez, veteranos en la travesía, coinciden en que esta experiencia trasciende lo físico: se convierte en una conexión profunda con la espiritualidad y la identidad cultural.
“Lo que te hace seguir remando no es el cuerpo, es el corazón y la mente”, expresó Cruz.
La Travesía Sagrada se ha consolidado como un referente en la revitalización de la herencia maya, promoviendo el sentido de pertenencia entre las comunidades locales y acercando a nuevas generaciones a sus raíces ancestrales.