Creían extinto desde hace 120 años: reaparece el conejo Omiltemi en la Sierra Madre del Sur

 Creían extinto desde hace 120 años: reaparece el conejo Omiltemi en la Sierra Madre del Sur

Un acontecimiento extraordinario ha captado la atención de la comunidad científica y ambientalista: el redescubrimiento del conejo Omiltemi (Romerolagus omiltemanus), una especie endémica de México que se consideraba extinta desde hace más de 120 años. El hallazgo tuvo lugar en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Guerrero, y fue confirmado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) del gobierno estatal.

La última vez que se tenía un registro científico oficial de este pequeño mamífero fue en 1909, en una zona montañosa de difícil acceso, poco explorada por la ciencia moderna. El conejo Omiltemi fue descrito por primera vez en 1904 por el naturalista E. W. Nelson, quien lo catalogó como un lepórido de tamaño mediano, con pelaje rojizo con tonos negros, orejas grandes de bordes oscuros y patas traseras con una distintiva coloración blanca.

Cámaras trampa captan al esquivo mamífero

El redescubrimiento fue posible gracias al uso de cámaras trampa colocadas estratégicamente en la reserva ecológica de Omiltemi, ubicada en el municipio de Chilpancingo. Las imágenes confirman la presencia del animal, que durante más de un siglo fue considerado extinto por la ausencia total de avistamientos o evidencia directa.

Esperanza para la conservación de especies endémicas

Este hallazgo representa una nueva esperanza para la conservación de la biodiversidad en Guerrero. Las autoridades ambientales ya trabajan en la implementación de nuevas medidas de protección, así como en estudios para determinar el tamaño y estado actual de la población del conejo Omiltemi.

Expertos coinciden en que este tipo de redescubrimientos subraya la importancia de proteger ecosistemas poco estudiados y fomentar la investigación científica en áreas naturales de difícil acceso. El caso del conejo Omiltemi también refuerza el valor de la Sierra Madre del Sur como un refugio de especies únicas y amenazadas.