Miles protestan en Israel y exigen fin de la guerra en Gaza y acuerdo para liberar rehenes
Este lunes 26 de agosto de 2025, decenas de miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv en una de las manifestaciones más grandes registradas en los últimos meses. Los manifestantes bloquearon calles principales y se concentraron en la Plaza de los Rehenes, exigiendo el fin de la guerra en Gaza y un acuerdo inmediato para la liberación de los secuestrados por Hamás.
La protesta fue organizada por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, agrupación que representa a la mayoría de los familiares de los cautivos. Las imágenes compartidas en redes sociales mostraron a miles de asistentes portando fotografías de los rehenes, banderas israelíes y banderas amarillas en señal de apoyo a los secuestrados.
Voces de las familias: “Cada día de guerra pone en peligro a los rehenes”
En el escenario principal intervinieron varios familiares de las víctimas. Entre ellos, Noam Perry, hijo de Haim Perry, quien fue secuestrado el 7 de octubre de 2023 y murió en cautiverio a los 79 años.
“Mi padre y otros 41 rehenes asesinados en Gaza revelan una terrible verdad: cada día adicional de guerra pone en peligro a los que siguen vivos”, declaró Noam, quien además dirigió un mensaje al presidente de Estados Unidos:
“Presidente Trump, mire a esta multitud, mire las imágenes de las calles de Israel. La nación quiere que la guerra termine y que los rehenes vuelvan a casa. Para mi padre ya es tarde, pero usted aún puede salvar a los demás y ser recordado como el presidente que hizo historia”.
Críticas al Gobierno israelí
La protesta cerró una jornada nacional de movilizaciones contra la decisión del Gobierno de expandir la ofensiva militar en Gaza, en lugar de avanzar en las negociaciones para un acuerdo de liberación.
Las familias de los secuestrados acusan al Ejecutivo de prolongar innecesariamente el conflicto y de poner en mayor riesgo la vida de quienes siguen en cautiverio.
Conclusión
Las protestas en Tel Aviv evidencian la creciente presión social sobre el Gobierno israelí para cambiar de estrategia en Gaza y priorizar la vida de los rehenes. Mientras tanto, las familias insisten en que solo un acuerdo negociado puede garantizar el regreso con vida de los secuestrados.