Sydney Sweeney y American Eagle enfrentan críticas por reforzar estereotipos de belleza blanca en nueva campaña publicitaria

 Sydney Sweeney y American Eagle enfrentan críticas por reforzar estereotipos de belleza blanca en nueva campaña publicitaria

La actriz Sydney Sweeney, reconocida por su participación en exitosas series como Euphoria y The White Lotus, se encuentra en el centro de una polémica tras protagonizar la nueva campaña publicitaria de la marca de ropa American Eagle. La promoción, que aparentemente buscaba destacar su estilo y personalidad, ha sido fuertemente criticada por reforzar estereotipos de belleza blanca y por el uso de un eslogan con posibles connotaciones racializadas.

El anuncio utiliza la frase “Sydney Sweeney has great jeans”, una expresión con doble sentido en inglés, ya que “jeans” (vaqueros) se pronuncia igual que “genes” (genética). En el video, la actriz hace referencia a características heredadas como el color de ojos y cabello, mientras la cámara enfoca en detalle sus ojos azules, piel clara y cabello rubio, lo que ha sido interpretado por muchos usuarios como una exaltación de ideales estéticos vinculados a la belleza eurocéntrica.

En redes sociales como X (antes Twitter) y TikTok, la campaña ha sido señalada como “Aryan-coded”, es decir, alineada con una imagen arquetípica de la estética aria, lo que para algunos representa una peligrosa romantización de la “superioridad genética”. Estas críticas se dan en un momento donde la industria de la moda enfrenta una constante exigencia por mayor inclusión y diversidad.

Aunque el objetivo de la campaña era promocionar la nueva línea de mezclilla de American Eagle, parte de sus ingresos serían destinados a organizaciones contra la violencia doméstica, como Crisis Text Line, el contenido simbólico del spot ha opacado el mensaje social.

Hasta ahora, ni Sydney Sweeney ni American Eagle han respondido oficialmente a la controversia, lo que ha intensificado el debate en la opinión pública. Mientras algunos sectores conservadores defienden la campaña como una “vuelta a lo clásico”, otros la consideran un claro retroceso frente a los avances logrados en representación cultural y responsabilidad social en la publicidad contemporánea.