Trump mantiene al mundo en suspenso: analiza golpear a Irán sin arrastrar a EE.UU. a una guerra
El presidente Donald Trump se encuentra en medio de un complejo proceso de decisión sobre una posible intervención militar contra Irán, mientras intenta evitar que Estados Unidos quede atrapado en una nueva guerra en Medio Oriente, según fuentes cercanas a su administración.
Las discusiones se centran en si Estados Unidos debería unirse a los ataques israelíes contra objetivos nucleares iraníes, incluyendo el uso de bombas rompe-búnkeres para destruir instalaciones subterráneas como Fordow. Aunque algunos asesores y aliados, como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, han presionado a Trump para actuar, el exmandatario se muestra cauteloso ante el riesgo de una escalada.
Durante los últimos días, altos funcionarios de seguridad nacional, como el secretario de Defensa Pete Hegseth y el director de la CIA John Ratcliffe, han mantenido reuniones frecuentes con Trump, presentándole escenarios y consecuencias de diferentes acciones. También ha consultado al general Michael Kurilla, comandante del Comando Central de EE. UU., quien ha pedido reforzar la presencia militar en Medio Oriente ante posibles represalias.
Una de las alternativas planteadas es realizar ataques selectivos, como el lanzamiento de bombas MOAB sobre objetivos clave, sin desplegar tropas ni comprometerse a una operación prolongada. Esta estrategia remite a la decisión de Trump en 2020 de eliminar al general iraní Qasem Soleimani, acción que provocó una respuesta limitada, pero evitó un conflicto directo sostenido.
No obstante, el riesgo de represalias por parte de Irán sigue siendo alto. Funcionarios iraníes han advertido que cualquier implicación militar estadounidense será respondida con ataques a bases en la región. Además, aliados europeos han mostrado preocupación por la posible interrupción del comercio energético global, especialmente si Irán bloquea el estrecho de Ormuz.
Trump ha declarado que aún no ha tomado una decisión final: “Me gusta decidir al último segundo. Las guerras cambian rápidamente”, dijo desde la Oficina Oval. Sin embargo, reafirmó su objetivo principal: “Irán no puede tener un arma nuclear. Eso es todo”.
Mientras continúa evaluando sus opciones, Trump ha insistido en que una acción puntual no necesariamente implicaría una guerra, pero voces dentro y fuera de su círculo advierten que cualquier error de cálculo podría desatar un conflicto de gran escala.