Cómo el ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño

El ejercicio físico no solo es clave para mantener un cuerpo saludable, sino también para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Diversos estudios científicos han demostrado que la actividad física regular tiene efectos positivos sobre el sistema nervioso, el estado de ánimo y el descanso nocturno.
Cuando haces ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que ayudan a mejorar el estado de ánimo y a disminuir la percepción del dolor y la ansiedad. Esta liberación natural de químicos cerebrales puede contrarrestar los efectos negativos del estrés crónico, como el insomnio, la irritabilidad o el agotamiento mental.
Además, el ejercicio ayuda a regular el ritmo circadiano, el cual controla el ciclo de sueño y vigilia. Al realizar actividad física, especialmente en la mañana o durante la tarde, se favorece una mejor conciliación del sueño por la noche. También se ha comprobado que el ejercicio reduce el tiempo que tardamos en dormirnos y aumenta la duración de las fases de sueño profundo, esenciales para una recuperación física y mental efectiva.
Entre las mejores opciones de ejercicio para combatir el estrés y dormir mejor se encuentran las caminatas, el yoga, el pilates, la natación y el entrenamiento cardiovascular moderado. No es necesario realizar rutinas intensas: 30 minutos al día, cinco veces por semana, pueden marcar una gran diferencia.
Sin embargo, es recomendable evitar el ejercicio intenso justo antes de dormir, ya que puede tener un efecto estimulante en algunas personas.
Incorporar el ejercicio a tu rutina diaria no solo fortalece tu cuerpo, sino que también promueve una mejor salud mental y un descanso más reparador. Si estás buscando formas naturales de manejar el estrés y mejorar tu sueño, el movimiento diario podría ser la solución que necesitas.