Alimentos naturales y poco procesados: la clave para prevenir enfermedades crónicas y envejecer con salud
En un contexto saturado de dietas milagro y mensajes contradictorios, expertos citados por The Independent coinciden en que los alimentos naturales y poco procesados son fundamentales para prevenir enfermedades crónicas y favorecer un envejecimiento saludable. De acuerdo con una investigación reciente del Instituto Karolinska en Suecia, la clave no está en seguir tendencias como la dieta cetogénica o el ayuno intermitente, sino en adoptar patrones alimentarios estables, ricos en productos frescos, fibras y grasas saludables.
La relación entre la dieta y las enfermedades crónicas
El estudio destaca que la elección de alimentos influye directamente en el riesgo de padecer enfermedades como diabetes, cardiopatías, depresión y trastornos autoinmunitarios. El investigador Adrián Carballo Casla, del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento, sintetiza la recomendación principal:
“Consuma abundantes verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Elija grasas saludables y limite el consumo de carnes rojas y bebidas azucaradas”.
La investigación siguió durante 15 años a más de 2,400 adultos mayores, demostrando que patrones alimentarios como MIND, AHEI y AMED —centrados en alimentos vegetales y con bajo procesamiento— tienen efectos protectores frente al deterioro asociado a la edad.
Inflamación: un factor clave en el deterioro del organismo
El vínculo entre inflamación crónica y envejecimiento es otro de los principales hallazgos. El Dr. Valter Longo, director del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California, explicó que la inflamación es un mecanismo natural de defensa, pero cuando se prolonga sin razón, puede dañar tejidos sanos del corazón, el cerebro y las articulaciones.
El profesor David Nutt agregó que este proceso también participa en trastornos autoinmunitarios y puede verse agravado por el consumo excesivo de alcohol.
La “dieta de la longevidad” y el papel de los alimentos frescos
La llamada “dieta de la longevidad”, impulsada por el Dr. Longo, coincide con los hallazgos del estudio sueco. Este modelo elimina casi por completo la carne roja, minimiza la carne blanca y prioriza el consumo de pescado, verduras, legumbres, frutos secos, granos integrales y frutas.
El entrenador Ben Carpenter destacó que los alimentos nutritivos suelen ser menos procesados y ayudan a conservar el tejido muscular, especialmente en personas que realizan entrenamiento de fuerza.
Evitar ultraprocesados: una decisión clave para la salud
El médico Chris van Tulleken advirtió sobre el consumo de alimentos ultraprocesados, que describió como productos con ingredientes artificiales, capacidad adictiva y alto contenido calórico. Estos alimentos, señaló, son responsables de importantes desequilibrios metabólicos.
Fibra, polifenoles y longevidad
La nutricionista Emily Foster recomendó consumir 30 alimentos vegetales distintos por semana para promover una microbiota intestinal diversa y saludable. Estudios publicados en The Lancet revelaron que una adecuada ingesta de fibra se asocia con menor riesgo de diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y ciertos cánceres.
El Dr. Karan Rajan destacó además el papel de los polifenoles presentes en té, uvas, frutos rojos y cacao, los cuales actúan como antioxidantes y podrían contribuir a retardar los efectos del envejecimiento.