Alpinista rusa Natalia Nagovitsyna queda atrapada en el Pico Pobeda: sin opciones de rescate

El Pico Pobeda, la cima más alta de la cordillera de Tien Shan, se ha convertido en escenario de una de las historias más dramáticas del alpinismo reciente. La alpinista rusa Natalia Nagovitsyna permanece atrapada a más de 7,400 metros de altura después de sufrir una fractura en la pierna durante el descenso del pico el pasado 12 de agosto.
Las extremas condiciones climáticas, con temperaturas bajo cero, tormentas de nieve y fuertes vientos, han frustrado los intentos de rescate. Las autoridades locales han admitido que no existe manera viable de salvarla en este momento, lo que ha convertido su caso en un símbolo de resistencia y tragedia en la montaña.
El accidente y sus acompañantes
Nagovitsyna no estaba sola en la expedición. Junto a ella se encontraban los alpinistas Roman Mokrinsky (Rusia), Gunther Siegmund (Austria) y Luca Sinigaglia (Italia). Tras el accidente, el grupo improvisó un campamento para asistirla y pedir ayuda, pero la situación pronto se tornó crítica.
Mientras los tres compañeros subían regularmente para proporcionarle alimento y abrigo, las inclemencias del tiempo los dejaron acorralados. Días después, Luca Sinigaglia falleció a causa de un edema cerebral y congelación, quedando su cuerpo en una cueva a 6,800 metros. Los otros dos alpinistas lograron ser evacuados, aunque Natalia permaneció inmovilizada en su tienda.
Señales de vida y esperanza
Pese a la adversidad, Nagovitsyna ha dado señales de vida. El 19 de agosto, un dron captó imágenes en las que la alpinista gesticulaba desde su tienda. Posteriormente, su hijo difundió un video donde se observa su mano saliendo entre la nieve, un gesto desesperado que confirma que sigue con vida.
Su familia clama que las operaciones de rescate no se detengan, aunque los equipos reconocen que las probabilidades de sobrevivir en esas condiciones son mínimas. El caso ha conmovido a la comunidad internacional, que observa cómo una mujer lucha contra los límites más extremos de la naturaleza.
El Pico Pobeda, conocido como uno de los picos más peligrosos de Asia, podría convertirse en la tumba de la alpinista, cuyo nombre se suma a la larga lista de víctimas que jamás regresaron de sus laderas heladas.