Auge de rentas vacacionales en el Caribe mexicano reduce tarifas frente a otros destinos

El Caribe mexicano vive un auge sin precedentes en el mercado de rentas vacacionales, especialmente en el corredor Cancún-Riviera Maya. Según datos de la firma 4S Real Estate, actualmente existen 17,275 anuncios activos de hospedaje sólo en Airbnb, sin considerar plataformas como Homeaway o Hometogo. Esta cifra quintuplica la oferta de Puerto Vallarta y supera 21 veces la de Los Cabos.
Durante el webinar Panorama Inmobiliario México 2025 Edición Playas, Arturo Garcidueñas, socio regional de 4S Real Estate, explicó que destinos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum registran un crecimiento exponencial en la oferta de unidades de renta vacacional. Sin embargo, esta sobreoferta ha generado un efecto inmediato: la reducción de las tarifas promedio.
Mientras que en Los Cabos o Puerto Vallarta el costo por noche de hospedaje en propiedades turísticas mantiene niveles elevados, en Cancún o Playa del Carmen los precios suelen ser menos de la mitad. Este fenómeno responde directamente a la competencia entre miles de anfitriones que buscan atraer a turistas con tarifas más accesibles.
Marcas hoteleras se suman al mercado residencial
El atractivo inmobiliario de la región no se limita a pequeños inversionistas. Diversas marcas hoteleras internacionales también están apostando por proyectos residenciales de lujo en el Caribe mexicano, especialmente en los segmentos high end y residencial plus, donde los precios superan los 15 millones de pesos por unidad.
En los últimos 18 meses se han sumado proyectos de gran prestigio, como The Ritz Carlton Residences, JW Marriott Costa Mujeres, The St. Regis Costa Mujeres, Sha Residences, Faena District Tulum y Thompson Private Residences Puerto Cancún. Estas inversiones consolidan al Caribe mexicano como un epicentro del desarrollo inmobiliario turístico en Latinoamérica.
Implicaciones para turistas y mercado local
Si bien la sobreoferta ha permitido a los visitantes acceder a tarifas más competitivas, también plantea retos para los propietarios que enfrentan una rentabilidad más ajustada. Para los turistas, este escenario se traduce en mayores opciones y precios más bajos, lo que fortalece la posición del Caribe mexicano como uno de los destinos más atractivos del mundo.