Cómo el yoga mejora la digestión y alivia malestares estomacales de forma natural
La práctica del yoga no solo fortalece el cuerpo y calma la mente, también tiene un impacto positivo en el sistema digestivo. Diversos estudios y expertos en salud coinciden en que realizar yoga de forma regular puede estimular el metabolismo, reducir la inflamación abdominal y mejorar el tránsito intestinal de manera natural.
Yoga y digestión: una conexión cuerpo-mente
El yoga ayuda a la digestión al combinar movimiento, respiración y relajación. Cada postura (asana) activa órganos específicos del abdomen, estimula el flujo sanguíneo y reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que está directamente relacionada con problemas digestivos como gastritis o colon irritable.
Además, el control de la respiración (pranayama) favorece la oxigenación de los tejidos y el funcionamiento del sistema nervioso parasimpático, responsable de las funciones digestivas. Practicar yoga después de comer o al finalizar el día contribuye a mejorar la absorción de nutrientes y evitar el estreñimiento.
Posturas de yoga que favorecen la digestión
Algunas posturas específicas resultan especialmente útiles para quienes sufren malestares estomacales frecuentes:
- Postura del gato-vaca (Marjaryasana-Bitilasana): masajea los órganos abdominales y activa el intestino.
- Postura del niño (Balasana): reduce la hinchazón y relaja el abdomen.
- Torsión espinal (Ardha Matsyendrasana): estimula el hígado y mejora la eliminación de toxinas.
- Postura del puente (Setu Bandhasana): ayuda al flujo sanguíneo hacia el abdomen.
Estas asanas, combinadas con respiraciones profundas, son ideales para quienes buscan una digestión más ligera y equilibrada.
Beneficios adicionales del yoga para el sistema digestivo
Además de mejorar la digestión, el yoga disminuye la ansiedad, mejora la calidad del sueño y reduce la acidez estomacal. La práctica constante promueve una relación más consciente con el cuerpo, lo que ayuda a comer de forma más pausada y saludable.
Los expertos recomiendan practicar yoga al menos tres veces por semana, preferentemente en horarios alejados de las comidas pesadas, para obtener beneficios sostenidos.