Cómo evitar golpes de calor en temporada de calor
Durante la temporada de calor, aumentan los riesgos de sufrir golpes de calor, una condición peligrosa que puede afectar gravemente la salud si no se toman medidas de prevención. Las altas temperaturas pueden provocar deshidratación, agotamiento físico y, en los casos más severos, fallas en el sistema nervioso o incluso la muerte. Por ello, es fundamental estar preparados y protegernos adecuadamente.
¿Qué es un golpe de calor?
Un golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura y ésta se eleva rápidamente, superando los 40 °C. Este problema suele presentarse tras una exposición prolongada al sol o al calor extremo, especialmente si no se ha ingerido suficiente agua o si se realizan actividades físicas intensas durante el día.
Recomendaciones para evitar golpes de calor
A continuación, te compartimos algunas acciones clave para prevenir este problema durante los meses más calurosos del año:
1. Mantente bien hidratado
Bebe al menos dos litros de agua al día, incluso si no tienes sed. Evita el consumo de bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína, ya que aumentan la deshidratación.
2. Evita exponerte al sol
Limita tus salidas al exterior entre las 11:00 a.m. y las 4:00 p.m. Si necesitas salir, utiliza sombrero, gafas de sol, bloqueador solar y ropa ligera, clara y de manga larga.
3. Mantén los espacios frescos
Utiliza ventiladores, aire acondicionado o permanece en áreas con sombra y buena ventilación. Tomar duchas frías o mojarte la cabeza también ayuda a regular la temperatura corporal.
4. Cuida a los grupos vulnerables
Personas mayores, niños y mascotas son más propensos a sufrir golpes de calor. No los dejes nunca en vehículos cerrados y asegúrate de que estén bien hidratados y frescos.
5. Identifica los síntomas
Si tú o alguien cercano presenta piel enrojecida, caliente y seca, dolor de cabeza, confusión, mareos o desmayos, busca atención médica inmediata.
Conclusión
En temporada de calor, prevenir un golpe de calor es responsabilidad de todos. Adoptar hábitos saludables y estar atentos a los síntomas puede marcar la diferencia. Cuida de ti y de los tuyos, mantente hidratado, evita el sol directo y mantén la calma ante cualquier signo de alarma. El verano puede disfrutarse de forma segura con precaución y conciencia.