Hallan altar teotihuacano en ciudad maya de Guatemala y confirman vínculos entre Teotihuacán y la cultura maya
Un descubrimiento arqueológico sin precedentes en Guatemala ha reforzado la evidencia sobre la conexión entre Teotihuacán y la civilización maya. Investigadores encontraron un altar de estilo teotihuacano en una antigua ciudad maya, lo que confirma las teorías sobre la interacción directa entre estas dos grandes culturas mesoamericanas.
Este hallazgo, considerado uno de los más relevantes de las últimas décadas en la región, se localizó en un sitio identificado como Grupo 6D-XV, donde también se conservan murales en excelente estado. Las pinturas, en tonos rojo, amarillo y azul, representan a la figura de la “Diosa de la Tormenta”, una deidad adornada con tocado de plumas, un símbolo importante en la iconografía mesoamericana.
El altar muestra claramente la técnica de talud-tablero, una característica arquitectónica típica de Teotihuacán, lo que refuerza la hipótesis de un intercambio cultural, político y posiblemente militar entre ambas civilizaciones. De hecho, estudios anteriores ya habían detectado influencia teotihuacana en Tikal, desde elementos arquitectónicos hasta glifos y cerámica.
Según el Ministerio de Cultura de Guatemala, el altar mide 1.10 metros de este a oeste y 1.80 metros de norte a sur, y se encuentra en el interior de una estructura que imita el estilo de vivienda teotihuacana. El proyecto inició en 2019 con la excavación de 25 pozos y más de 100 metros de investigación arqueológica.
Los expertos han determinado que la edificación se desarrolló en dos etapas históricas:
- Etapa Venado (300–400 d.C.)
- Etapa Cabrito (400–450 d.C.)
Además, también se ha documentado evidencia de presencia maya en Teotihuacán, como fragmentos de murales y artefactos de estilo maya hallados en la Pirámide de la Luna, lo que sugiere que la interacción fue recíproca. Incluso se cree que élites mayas pudieron haber residido en la metrópoli teotihuacana, reforzando la idea de una alianza o dominación simbiótica entre ambos pueblos.
Este hallazgo no solo da solidez a décadas de investigaciones, sino que ofrece una nueva perspectiva sobre las relaciones políticas, comerciales y religiosas entre las dos civilizaciones más influyentes de Mesoamérica.