Israel intensifica los ataques a instalaciones nucleares de Irán mientras espera apoyo militar directo de EE. UU.
Jerusalén, Israel. La Fuerza Aérea de Israel ha intensificado su ofensiva aérea contra las principales instalaciones nucleares de Irán, ubicadas en Natanz y Fordow, con el objetivo de frenar el avance del programa atómico del régimen de Teherán. La operación militar, que ya lleva más de 72 horas de bombardeos ininterrumpidos, busca impedir que Irán construya al menos una decena de bombas nucleares, según fuentes del gobierno israelí.
Durante esta campaña militar, Israel ha logrado interrumpir la cadena de suministro de uranio enriquecido, dañar parcialmente las instalaciones subterráneas y neutralizar a 10 científicos clave del programa nuclear iraní. Sin embargo, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu sostiene que estos esfuerzos no serán suficientes sin el apoyo activo de Estados Unidos, particularmente con el uso de bombas antibúnker de 13 toneladas y aviones furtivos B-2, capaces de penetrar instalaciones a 60 metros de profundidad.
A pesar de que el Pentágono brinda apoyo logístico e inteligencia táctica, incluyendo el suministro de combustible y datos para interceptar misiles iraníes, la Casa Blanca se ha negado a participar directamente en el conflicto. El presidente Donald Trump ha reiterado que involucrar oficialmente a EE. UU. en la guerra aumentaría el riesgo de ataques contra intereses estadounidenses en Medio Oriente por parte de Irán y sus aliados.
Netanyahu, sin embargo, ha advertido que Israel continuará sus operaciones hasta dejar inoperables todas las instalaciones nucleares iraníes. Incluso ha planteado a Washington un plan alternativo para asesinar al líder supremo Ali Khamenei, propuesta que ya fue rechazada por la administración estadounidense debido al alto riesgo de desestabilización regional.
La tensión política entre Netanyahu y Trump no es nueva, pero ahora se reactiva ante las diferencias estratégicas sobre cómo enfrentar la amenaza nuclear iraní. Mientras tanto, Israel continúa su ofensiva con recursos propios, con la expectativa de que un eventual cambio en la postura de EE. UU. permita una acción conjunta que ponga fin al programa atómico de Irán.