¿Mr. Beast mintió en su video sobre la visita a Calakmul y Chichén Itzá? INAH revela detalles del recorrido

 ¿Mr. Beast mintió en su video sobre la visita a Calakmul y Chichén Itzá? INAH revela detalles del recorrido

El video publicado recientemente por el famoso youtuber estadounidense Mr. Beast, sobre su visita a las zonas arqueológicas de Calakmul, en Campeche, y Chichén Itzá, en Yucatán, ha generado una ola de críticas en redes sociales. En menos de tres días, el contenido superó los 50 millones de vistas, pero muchos usuarios señalaron presuntas irregularidades en el acceso a espacios restringidos.

Ante la polémica, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emitió un comunicado oficial para aclarar los detalles del recorrido, desmintiendo varios elementos presentados en el video. Según el INAH, Mr. Beast exageró y distorsionó parte de los hechos mostrados en su producción audiovisual.

INAH confirma permiso legal, pero niega acceso especial

De acuerdo con el comunicado, fue la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del INAH la que otorgó, mediante los procedimientos regulares, el permiso para que el equipo de Mr. Beast pudiera grabar en Calakmul, Chichén Itzá y Balamcanché.

“Los recorridos se realizaron en áreas de acceso público y no afectaron la experiencia de los visitantes”, señaló el INAH. En el caso de Calakmul, el equipo accedió a una subestructura del Edificio II, la cual puede ser visitada con previa autorización especial, bajo supervisión.

¿Qué fue falso en el video de Mr. Beast?

El Instituto también desmintió algunos de los momentos más comentados del video. Por ejemplo, nunca se usó un dron en el interior del Templo de Kukulcán, como se sugiere en el video. El vuelo fue realizado únicamente en el exterior.

Tampoco existió descenso en helicóptero ni pernocta dentro de las zonas arqueológicas, como se dio a entender en la narrativa audiovisual. Además, la máscara funeraria maya que aparece en una escena fue identificada por el INAH como una reproducción moderna y no un objeto original del periodo prehispánico.

“Durante toda la grabación, personal del INAH supervisó que se respetaran las normas de seguridad y protección del patrimonio arqueológico”, enfatizó la institución.

Este caso ha abierto un nuevo debate sobre la responsabilidad de los creadores de contenido en la representación de sitios históricos, así como la necesidad de regular el uso de plataformas digitales para garantizar la veracidad y el respeto al patrimonio cultural de México.